domingo, 25 de octubre de 2009

Cuestión de Actitud

Despertarme, viajar a los lugares que debía acudir, asistir a la universidad, sonreírle a toda a la gente, opinar de lo cual ya no me interesaba, sentir, emocionarme, trabajar e intentar que todo se coordinara, al parecer hace una buena cantidad de meses ya no era suficiente para mi. Pues creo que tal rutina me estaba aborreciendo y dentro de mi pasividad no lo notaba, probablemente porque me había hecho cómplice de mi propia monotoneidad, la cual me estaba tragando en sus redes en los diferentes aspectos de mi vida y culposamente puedo decir que me dejé llevar. Tal vez me sentía engañadamente cómoda, comodidad que a la larga me hizo “click” en la mente porque es bien sabido por aquellos que me conocen que monótona no soy. Involucrarme en la monotoneidad provocó que lazos con situaciones y personas en la actualidad se rompieran, lamentablemente eran aquellos los que me hacían danzar en torno a la pasividad, lo peor de todo es que siento algunas caídas de aquellas situaciones y personas que ya no están en mi vida, aún así prefiero quedarme con el buen recuerdo de lo que alguna vez fue de cada uno de ellos.
Ahora bien, pensando en el sentido de la falta de iniciativa de muchas personas, me pregunto que seria de nosotros si no tuviésemos la personalidad para realizar proezas que nos impulsen a hacer mejores en nuestras propias vidas y a la larga en las vidas de los demás, y no me refiero a proezas como el llegar en un caballo blanco al rescate de quien amamos, sino pequeños detalles que realmente pueden cambiar nuestras vidas. Es así como viendo un cortometraje llamado “Sings”, hace un par de meses, me di cuenta que todo va en la actitud con que uno enfrente al mundo, pues claro, el despertarse y seguir con el resto de lo que nos prepara el día no cambia mucho lo que ya tenemos en mente, la diferencia puede estar en como nos planteamos ante lo ya preparado, a sabiendas que posiblemente no sea un día en los que alumbre el sol. La actitud la podemos manejar a nuestro antojo, conformando conductas de motivaciones intrínsecas, las cuales se logran amoldar al contexto social en el que estemos insertos, pudiendo así, (para mi) cambiar quizás lo ya predispuesto por el ambiente, obteniendo mágicamente una sonrisa espontánea en nuestro rostro y en el rostro de quienes nos rodean. En el cortometraje que les mencionaba, hay un muchacho que cada día se sentía abatido, hasta que algo, más bien alguien, le hizo “click” y logra salir de su monotoneidad, porque simplemente fue capaz de mirar más allá de su propio espacio común que lo estaba coartando, logrando realizar proezas tan simples como el preguntarle a la joven que le agradaba “do you want to meet?”, lo cual si lo llevo a la vida real y más cercanamente a mi vida, todo se vuelve creíble, pues si yo no hubiese hecho “click” hace meses seguiría inmersa en asuntos irreales que se estaban forjando sobre un lecho de mentiras, entonces, doy gracias a ese “click” que remeció mi pensar y sentir, logrando que actualmente cambiara mi actitud, ahora puedo decir que “me la creo”; me creo mujer, me creo psicóloga, me creo linda, me creo responsable, me creo alegre, me creo emprendedora, me creo soñadora, me creo amiga de quien se lo merece, me creo honesta, me creo en el camino de mi madurez, me creo todo eso y mucho más, porque es la actitud que me ha hecho cambiar, que ha hecho plantearme firme ante las personas que creen tener la actitud correcta y que simplemente viven una mentira diaria y eso sí que lo digo con certeza, porque enfrentarlos en sus mentiras es sorprendente, ya que aún así insisten en su pseudorealidad, pero eso ya es harina de otro costal.
En resumidas cuentas, lo mejor que puedo hacer por estos días es seguir motivada por aquellas cosas que se habían dormido dentro de mi y no porque ciertos materiales y personajes de mi actuación ya no estén bajaré el telón, muy por el contrario el show recién comienza. Y así como una vez, en medio del Teatro Municipal de Valpo. al terminar una obra que estaba presentando, una profesora de teatro que tuve me dijo “Marce, tienes pasta para todo lo que quieras emprender, no solamente para el teatro, date cuenta, brillas por si sola”, puedo decir que sus palabras me hacen sentido, porque ahora tengo actitud para enfrentarme a quien sea o a lo que sea, porque simplemente desde ahora camino con la frente en alto y puedo decir con amplia convicción y certeza, que para mi todo es cuestión de actitud.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Adulta Joven

En una cátedra de mi carrera (psicología) comenzamos a estudiar al Adulto Joven, como éste se desarrolla y desenvuelve, al principio pensé que seria un soberano aburrimiento, pero la verdad que al correr las semanas cada vez se ha hecho más interesante, mérito propio se lleva el profesor para seducirnos con sus discursos, pero el tema, el tema es la cuestión. Y por qué se preguntarán todos uds., porque simplemente al parecer yo soy una de ellos, una de éste grupo etáreo tan aproblemado pero feliz a la vez.
Debo reconocer que me asusta ser una adulta joven, aunque con todo lo que he escuchado de mis compañeros, que en su mayoría me llevan adelantados unos 6 años de vida, los escucho y me digo, “qué lindo es hablar así de sus vidas” es que escuchar sobre todo a mis compañeras que son madres me deleita cada martes a eso de las 21:00 hrs., porque me veo cautivada con sus palabras y me pregunto si alguna vez voy a ser capaz de tener tanta entereza como ellos o como otros que tal vez han tenido que padecer más. Pues me doy cuenta que ser un adulto joven no es nada fácil, las presiones de los familiares, de los amigos, compañeros, conocidos, etc. con el tiempo se vuelven cada vez más abrumadoras, sobre todo cuando preguntan “y, ¿cuánto queda para que te titules?” y me imagino más adelante, cuando tenga más de treinta y si estoy sin pareja y sin hijos, serán una serie de comentarios como los del tipo “ya la dejó el tren” ahora me da risa, pero y si fuese así, si realmente me quedara sola, sé que sola de amistades no, pero sola sin una familia propia, eso sí que seria triste. Según mi reflexión anterior, sumado a las teorías que hablan del adulto joven, el especular así correspondería a etapas de Aislamiento e Intimidad, por lo mismo, con mis 23 años ya comienzo a pensar actualmente por sobre todo, en mi estabilidad profesional, quizás, eso sea lo más importante en estos tiempos de éste grupo etáreo, pues para mi ahora el obtener una nota “4.0” ya no es suficiente, ahora quiero más, y no por soberbia, sino porque sé que tendré que salir al maldito mercado decapitador para luchar con mis colegas, a ver quien toma el mejor puesto de trabajo, porque es obvio que no solamente por linda me escogerán, sino que por competente, responsable y jugada. Por otro lado volviendo a lo de las parejas, que importante es este tema para el adulto joven, con los años dejamos de ser egoístas y de andar de “flor en flor”, además debo mencionar que tal conducta no se ve del todo linda en los personajes que la realizan, así que es mejor dejar eso para los adolescentes, lo cual no quiere decir que sea una rematada a la antigua, porque es obvio que uno debe buscar al idóneo, pero la clave está en hacerlo sin herir al resto, a las posibles conquistas que tengamos, pues personalmente prefiero Aislarme si veo que haré sufrir al muchacho. Es como lo que me ha sucedido hace unas semanas, mi capacidad de Aislamiento afloró más que la de Intimidad, tal vez no estoy haciendo lo correcto, tal vez el susodicho y yo estemos reprimiendo sentimientos, pero mientras sienta y huela la posible herida es mejor huir, además mi madre al momento de comentar que ya mi relación de pareja había terminado, ella con su peculiar modo de quererme dijo “no te preocupes, porque hace años me tiré el tarot y me salió que te casarías”, la verdad es que no sabia si reír o llorar, pero me di cuenta que ella lo intentó, fue su modo de decir –estoy contigo- lo que a la larga me hizo reflexionar que en éste tema de parejas, sinceramente en la actualidad me da flojera empezar todo de nuevo, conocer a alguien y su familia otra vez y realizar toda la danza de cortejo que se debe hacer, por lo que nuevamente me topo con mi Aislamiento propio del adulto joven, esta claro que más adelante bailaré el cortejo, con movimiento de pestañas, hombros y cabello, no pongo fecha, porque podría ser mañana o unos años más, ya que candidatos no faltarán, pero mientras tanto me quedaré con mis Aislamiento y mis ganas de sentir y amar por otro.
De las amistades, que decir de ellas, por lo menos para mi un gran apoyo, sobre todo mis amigas de años, aquellas que cuando he necesitado llorar o reír simplemente me acompañan y yo a ellas también. Más ahora que algunas de ellas se están convirtiendo en madres, otro punto clave del adulto joven. Pues el ver a una de mis amigas junto a su bebé hace unos días fue reconfortante, verla que es capaz de cuidar y amar alguien así me da vida y tranquilidad, además de orgullo de conocerla. Entonces fue ahí que me di cuenta que no estaba sola en este proceso de crecimiento, porque hace dos meses atrás miré a mi alrededor y sentía que estaba creciendo sola, creciendo desmesuradamente mi mente y emociones, poniéndome metas que aún no sé si seré capaz de alcanzar y al mirar a mi amiga junto a su hijo de siete meses pude respirar y decir en mi mente “soy una adulta joven que recién está comenzando, que tiene sus metas, miedos, angustias, amores y alegrías, de las cuales soy totalmente capaz de compartir con otros, pues sí, me asumo como tal, como perteneciente a éste grupo etáreo y a no retrasar este maravilloso y temeroso proceso de vida”, porque tengan o no razón las teorías con respecto al comienzo de la edad y término de la misma, estoy empapada de conocimientos y ansiosa de seguir explorando lo que me corresponde y lo que me hará sentir como tal, como una adulta joven.

sábado, 29 de agosto de 2009

Al bolsillo…?

Y hace un tiempo atrás fue necesario ocultar todo en un bolsillo y realmente fue duro, pero todo se mitigo paulatinamente, sólo que odie cada momento de ese tiempo y por eso me prometí volcar todo lo que sentía hacia los demás, con cierto filtro claro está, pero al fin y al cabo decirlo siempre. Pero en esa época no me costó tanto después de todo, porque habían sido periodos malos y personajes que no valían la pena, quizás esa es la diferencia con mi momento actual, pues no quiero poner todo en mi bolsillo otra vez, porque no quiero apretar “delete” en mi mente y porque sé además que no será suficiente.

Durante casi una semana he luchado con todo lo que siento, pues volví a la técnica del “bolsillo” en donde me fue más fácil guardar que expresar y creí que lo tenía controlado, pues bien, no es así, la verdad es que en estos momentos tengo desbordes de emociones y sentimientos, buenos y malos, pero que en definitiva me ganan los buenos, no puedo encontrar lo malo, pues no puedo encontrarle lo malo a él, logro dimensionar sus pasajes que me descontentaban, pero aún así destaco lo positivo y todo lo que me llenaba en diferentes ámbitos.

Sinceramente en estos momentos me reuso a poner “delete” en mi mente, lo intente, prometo que lo he intentado todos estos días y hasta un par de horas me estaba resultando, pero creo que me tomará más tiempo del que creía, solo pienso en mi mea culpa, en como podría haber solucionado las cosas y como deje pasar todo enfrente de mis ojos, sumado a mi mayor mea culpa, a lo tan controladora de todo que soy, que llego hacer insoportable, si tengo que pedir disculpas a él por eso, lo hago, pues sí, discúlpame por eso y por mucho más que quizás jamás me enteraré.

Si me preguntan si tengo pena, les respondo que sí, que a ratos me cuesta abrir y cerrar los ojos, me cuesta pensar que voy hacer los domingos y feriados sin él, me cuesta llegar a mi casa porque sé que se acabo el día y no me queda más que pensar en todo, pensar por ejemplo que me queda ahora, y puedo decir que me queda el tiempo, las amigas y amigos, las responsabilidades, las actividades, los sueños, los planes, tus cosas, mis cosas, nuestras cosas pero al final de todo no quedas tú ni yo.

Vaya que duele, realmente duele, pensé como dije más arriba que tenia controlado todo, que ya era el sexto día sin escucharnos y que al parecer lo tenía controlado, pero la realidad es que duele y sé que el mejor remedio para todo lo que siento es llenarme de cosas, acostarme bien cansada y entregarle todo al maldito tiempo, una vez más dejar todo en sus manos lentas.

Finalmente, sé que estás intentándolo al igual que yo estar tranquilo, diciéndole a los tuyos que estás bien, que todo lo superarás rápido, pero creo al parecer que ambos tendremos que poner todo lo que sentimos en el bolsillo, y por mi parte aunque lo odio en demasía tendré que hacerlo así, con entereza y fortaleza porque una vez dije que no se puede obligar a nada a nadie y no comenzaré por forzar ahora lo inforzable, pero tampoco apretaré “delete”, más que mal todo terminó tranquilo, entonces será mejor descoser el bolsillo de uno de mis pantalones para volcar todo ahí, de modo que no me desborde en ningún momento más y logre sacar lo mejor de todo esto, para posteriormente volver a coser mi bolsillo y dejarlo tranquilo hasta que alguien vuelva por lo que hay dentro de él, pero lo que más odiaré de todo esto será el tiempo, dejar que él se encargue de todo, pero al fin y al cabo no hay otro modo de hacerlo, así que me declaro entregada y manipulada por el bendito tiempo, que sea él quien me entregue los momentos y personas adecuadas para lograr seguir caminando al cuidado de lo que quedará dentro de mi bolsillo para que finalmente seas tú o alguien más quien logre abrirlo y cuidar todo lo que soy capaz de entregar.