sábado, 29 de agosto de 2009

Al bolsillo…?

Y hace un tiempo atrás fue necesario ocultar todo en un bolsillo y realmente fue duro, pero todo se mitigo paulatinamente, sólo que odie cada momento de ese tiempo y por eso me prometí volcar todo lo que sentía hacia los demás, con cierto filtro claro está, pero al fin y al cabo decirlo siempre. Pero en esa época no me costó tanto después de todo, porque habían sido periodos malos y personajes que no valían la pena, quizás esa es la diferencia con mi momento actual, pues no quiero poner todo en mi bolsillo otra vez, porque no quiero apretar “delete” en mi mente y porque sé además que no será suficiente.

Durante casi una semana he luchado con todo lo que siento, pues volví a la técnica del “bolsillo” en donde me fue más fácil guardar que expresar y creí que lo tenía controlado, pues bien, no es así, la verdad es que en estos momentos tengo desbordes de emociones y sentimientos, buenos y malos, pero que en definitiva me ganan los buenos, no puedo encontrar lo malo, pues no puedo encontrarle lo malo a él, logro dimensionar sus pasajes que me descontentaban, pero aún así destaco lo positivo y todo lo que me llenaba en diferentes ámbitos.

Sinceramente en estos momentos me reuso a poner “delete” en mi mente, lo intente, prometo que lo he intentado todos estos días y hasta un par de horas me estaba resultando, pero creo que me tomará más tiempo del que creía, solo pienso en mi mea culpa, en como podría haber solucionado las cosas y como deje pasar todo enfrente de mis ojos, sumado a mi mayor mea culpa, a lo tan controladora de todo que soy, que llego hacer insoportable, si tengo que pedir disculpas a él por eso, lo hago, pues sí, discúlpame por eso y por mucho más que quizás jamás me enteraré.

Si me preguntan si tengo pena, les respondo que sí, que a ratos me cuesta abrir y cerrar los ojos, me cuesta pensar que voy hacer los domingos y feriados sin él, me cuesta llegar a mi casa porque sé que se acabo el día y no me queda más que pensar en todo, pensar por ejemplo que me queda ahora, y puedo decir que me queda el tiempo, las amigas y amigos, las responsabilidades, las actividades, los sueños, los planes, tus cosas, mis cosas, nuestras cosas pero al final de todo no quedas tú ni yo.

Vaya que duele, realmente duele, pensé como dije más arriba que tenia controlado todo, que ya era el sexto día sin escucharnos y que al parecer lo tenía controlado, pero la realidad es que duele y sé que el mejor remedio para todo lo que siento es llenarme de cosas, acostarme bien cansada y entregarle todo al maldito tiempo, una vez más dejar todo en sus manos lentas.

Finalmente, sé que estás intentándolo al igual que yo estar tranquilo, diciéndole a los tuyos que estás bien, que todo lo superarás rápido, pero creo al parecer que ambos tendremos que poner todo lo que sentimos en el bolsillo, y por mi parte aunque lo odio en demasía tendré que hacerlo así, con entereza y fortaleza porque una vez dije que no se puede obligar a nada a nadie y no comenzaré por forzar ahora lo inforzable, pero tampoco apretaré “delete”, más que mal todo terminó tranquilo, entonces será mejor descoser el bolsillo de uno de mis pantalones para volcar todo ahí, de modo que no me desborde en ningún momento más y logre sacar lo mejor de todo esto, para posteriormente volver a coser mi bolsillo y dejarlo tranquilo hasta que alguien vuelva por lo que hay dentro de él, pero lo que más odiaré de todo esto será el tiempo, dejar que él se encargue de todo, pero al fin y al cabo no hay otro modo de hacerlo, así que me declaro entregada y manipulada por el bendito tiempo, que sea él quien me entregue los momentos y personas adecuadas para lograr seguir caminando al cuidado de lo que quedará dentro de mi bolsillo para que finalmente seas tú o alguien más quien logre abrirlo y cuidar todo lo que soy capaz de entregar.